Qué feo es que la inteligencia (especialmente cuando es destacada) suele conducir a una vida triste, oscura, llena de recovecos que para efectos de crecer y multiplicarse son más bien inútiles.
O sea, a vida triste, destacadamente.
Pero lo más triste de todo, lo que más me jode, es que eso incluye a varias mujeres en otras circunstancias perfectamente ensabanables.
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