domingo, 28 de noviembre de 2010

hablemos de ESO

ella sigue en mi cama, mientras yo vengo a escribir antes de que se me vaya la onda.

hace algunos años, de repente no tantos, tener sexo era un hitazo. un logro. un chorro de cosas se medían por el antes de y después de.

van cayendo tabúes, precauciones, mieditos, inseguridades y demás mariconadas, y ahora... pues un rockstar de gira mundial siempre va a tener más, pero no puedo quejarme.

la verdad.

mi muy buena amiga DRs lo dijo hace poco: después de mucho sexo hasta te aburres, ¿hay muchísimo más por descubrir o cómo?. no, no creo que técnicamente lo haya.

y es que con el tiempo empieza el gusanito de "y ahora de qué vamos a hablar?/ y qué más me cuentas?/ qué otras cosas te apasionan?/ qué más hay en tu vida que me den ganas de compartir?". o como en mi caso, ya no se antoja tirar en saco roto ESO que mencionó y que me hizo pensar "mierda, por cierto, ¿qué demonios hago aquí?" (o qué hace ella aquí más bien).

(siempre hay un ESO, no se hagan)

creo que en el caso de AS fue "no, pero dime tu opinión no tan elaborada! no muy compleja! como para que yo lo entienda, pues!".

ups.

por eso ella, AS, sigue en mi cama mientras yo vine a escribir. ya no aplica el "bah, pero tuvimos sexo!", no. ya no es suficiente. ya no puedo/quiero ignorar ESO.

es más, no me dan ni ganas de irla a dejar a su casa. en fin.